No hay límites para el que arriesga, ni para el valiente, no hay límites para el soñador, ni para el cree en si mismo. A veces nos cegamos tanto por el miedo, que no hacemos lo que queremos por miedo a fallar y lo increíble es que la mayoría de las veces no es por fallarnos a nosotros mismos, es por fallar a otras personas. Pero la vida consiste en eso, en momentos, en simples instantes, en pequeños pasos que dejan grandes huellas en el camino. Arriesga, todo aquel que lo hace, suele ganar, Nadie te puede asegurar que sea caballo ganador, pero si no lo intentas jamás lo sabrás. Tus sueños son tuyos y nadie te los puede robar. No puedes permitir que nadie te diga que no eres capaz de hacer esto o aquello, porque nadie mejor que tu sabes de lo que eres capaz.
A veces en la vida, tenemos que ser un poco egoístas, mirar por nosotros mismos y luchar por lo que queremos, apostar por lo que creemos, y luchar por nuestros sueños, que aunque digan que no, con esfuerzo se consiguen. Porque la vida no esta echa para el cobarde, porque no existen imposibles en esta vida, aunque lo creemos así.
Las equivocaciones también forman parte de la enseñanza de la de vida. Las madres suelen decir que los hijos no vienen con un libro de instrucciones bajo el brazo, pues la vida es igual. La vida so tres días, hay que disfrutarla y explotarla como mejor sepamos.
Tan simple como: VIVIR TU VIDA.
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